Para transformar el espacio por completo, tenemos que atender a tres pilares básicos: el espacio físico y psíquico (el aula y la metodología), el adulto (la maestra) y los niños y niñas (su desarrollo, necesidades e intereses personales).
Las maestras que atendemos a estos tres pilares fundamentales, somos personas que no se conforman con sólo enseñar conocimientos a nuestros alumnos, sino a guiarles y acompañarles hacia el desarrollo de habilidades humanas, alcanzando su máximo potencial.
Conocemos su desarrollo, las necesidades e intereses en cada una de las etapas y también inidividuales, y las atendemos a través de la transformación de nuestro espacio educativo.
¿Cómo lo hacemos?
Gracias a un mapa, una hoja de ruta que te guía paso a paso en la secuencia de actividades y propuestas que tienes que seguir en cada área. Y todo a través de la propia transformación personal.
No sé en qué punto estás tú ahora mismo, no te conozco (aunque pronto lo haremos), pero lo que si sé es que si estás aquí ahora mismo es porque...
SÉ QUE AHORA MISMO ESTARÁS PENSANDO...
<< MARI CARMEN, ¿DE VERDAD VOY A CONSEGUIR TRANSFORMAR MI AULA? >>
Y lo sé, porque es la pregunta que más se han repetido mis alumnas (debido a todo el humo que hay en este mercado), por eso la he apartado del resto de dudas.
Si te soy sincera, ahora mismo podría llenarte esta parte de capturas con los resultados que hemos obtenido tanto mis alumnas como yo a raíz de crear un mapa de ruta para transformar el espacio educativo, adaptada a cada una de nosotras y muy rentable a corto, medio y largo plazo, ya que conforme lo vayas aplicando tendrás cada vez más solucionado tu presente y tu futuro como maestra en tu aula.
Ya con eso, sabrías que la inversión en el programa merece la pena.
Quiero que recorramos un pequeño camino juntas (un par de minutos) y si una vez terminado sientes que todo lo que te he contado no resuena contigo, este programa no es para ti, pero te adelanto que te vas a sentir muy identificada.
¿Empezamos?
